domingo, 20 de octubre de 2013

REPORTAJE

Miguel Ángel Castilla se confiesa

El autor de la novela El Perfecto Demócrata, nos explica detalles desconocidos de la obra y nos habla de sus gustos e ideología.

¿El Caribe es demasiado liberado?
Tiene una equivocada visión de la libertad y de la liberación. Por eso en los barrios subnormales, después de las seis de la tarde, se siente una rara sensación de felicidad, que al cabo de unas horas puede terminar en desdicha. Las libertades del Caribe es un gran negocio de pocos.

¿Será por eso la pérdida de tantos valores morales?
La moral flaquea cuando la nevera queda vacía. La ética y el estómago tiene más relación de lo que suponen los estudiosos.

¿Alguna vez lo han tildado de izquierdoso?
En Bogotá, en la Universidad Nacional, en una ponencia sobra la Tradición Oral me gritaron Paraco, y en el departamento de Córdoba me hizo seguimiento el DAS porque había ayudado a montar una tienda comunitaria en el municipio de San Carlos. No me siento ni en la derecha ni en la izquierda. Soy respetuoso de la vida y no me identifico con ningún actor violento. Creo que hay personas buenas en diferentes áreas, con dogmas e ideologías, y en esa diversidad, podemos encontrarnos, entendernos y tolerarnos.

¿Cuándo usted trata la zoofilia deja entrever que la novela transcurre en el Caribe Colombiano?
Los hombres tienen relaciones sexuales con los animales desde la existencia del mundo. Eso sí, hay cosas fuera de toda lógica como el de cortejar una culebra en vez de comerse una manzana. Existe un estudio inédito que me enseñó un amigo hace un par de años, donde se demuestra que en el departamento de Boyacá los hombres son más propensos a tener relaciones con burras y gallinas. Es más, en Bogotá las mascotas son más importantes que los seres humanos. Ahora, es menester de los siquiatras analizar por qué en algunas zonas rurales del Caribe las burras son más atractivas para los hombres que las mujeres.

¿Y la esposa del Perfecto Demócrata, Palmina, qué rol juega en la novela?
La de toda mujer conforme al comienzo, dilapidada por un ser despreciable que nunca prevé que detrás de aquella timorata se esconde una dama sin escrúpulos.

¿Y hay algún personaje bueno?
Claro, el espíritu Santo y Golardo, un sacerdote tan bueno que les hace el amor a sus feligresas en sus ratos libres.

¿Por qué es tan duro con la Iglesia Católica?
Antes de 1492 el diablo no existía en América. Fue traído por la Iglesia Católica y se fue quedando hasta nuestros días, en ocasiones vestido de pastor en el día, y otras veces de lobo en la noche. 

¿Qué religión sigue usted?
No sigo ninguna religión, sigo a Cristo, a Dios que me provee todo. El cristianismo como religión moderna, dista demasiado de lo que significan los postulados y la vida ejemplar del hijo de Jehová. 

¿Por qué muestra la actividad periodística como una labor ruin?
Los periodistas somos unos carga ladrillos del Sistema, y ello nos permite disfrazar la mentira, maquillar los acontecimientos. Representamos los falsos positivos de la verdad.

¿Qué hacer entonces?
Solo nos falta que el comandante de la policía lidere los Consejos de Redacción.

¿No se le va la mano con la autoridad?
Más bien creo que la mano se les va a ellos cada rato, pero debo admitir que conozco a un policía que es la excepción, es el capellán de la institución.

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